Mirar el río hasta devenir río
¿Acaso no estamos hechos de agua?
Los ríos atraviesan ciudades recogiendo las penas de sus habitantes
El Ródano, el Magdalena, el Ganges, el Nilo y tantos otros
Por algo los llaman arterias vitales
Van amasando en su curso nostalgias, desilusiones, despechos
E incluso llevan muertos
No solo el Ganges, todos los ríos son tumbas
Mi Ródano se llevó a Antje y a aquel viejo que vino a entregarse al agua una tarde de diciembre frente a mis ojos
Dicen que el majestuoso río Magdalena transporta cadáveres sin nombre todos los días
Generosos, sumisos, resignados, los ríos tragan en silencio, son el oído de Dios
Corre río, corre, apresúrate a verter las penas en el océano
¡Cuánta tristeza llevan tus aguas!
Ahora sé que la sal del mar es la sal de tantas lágrimas
Desemboca, regurgita, ahoga nuestras penas en el mar
Algunos dicen que el agua tiene memoria
Ojalá no sea cierto